Ante la creciente preocupación por las emisiones de gases de efecto invernadero, el hidrógeno bajo en carbono se ha convertido en un componente vital en la lucha contra el cambio climático a escala global. Con su producción procedente de fuentes renovables, como la eólica, la solar, la biomasa y los biocombustibles, así como de procesos geológicos naturales, el hidrógeno de bajas emisiones está ganando protagonismo como una alternativa fundamental en periodos de baja capacidad de generación energética a través de fuentes convencionales.
O Ministerio de Minas y Energía (MME) destaca el potencial de Brasil en este contexto, estimando que el país tiene capacidad para producir 1,8 gigatoneladas de hidrógeno bajo en carbono anualmente, posicionándose como líder en costos de producción según las proyecciones actuales.
Además de su uso ya consolidado en sectores como la producción de fertilizantes, refinerías, siderurgia y metalurgia, el hidrógeno bajo en carbono juega un papel crucial en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. En Brasil, varios sectores, incluidos el cemento, el vidrio, la minería y el acero, demuestran un notable potencial para sustituir insumos primarios por este tipo de hidrógeno, además de su uso como combustible.
El país destaca como líder en la transición energética, mostrando un potencial sustancial en la producción de hidrógeno de bajas emisiones. Este avance refleja el compromiso de Brasil de buscar soluciones sostenibles alineadas con la preservación del medio ambiente, marcando una evolución significativa hacia una economía más limpia y ecológicamente consciente.
PNH2
El Programa Nacional de Hidrógeno (PNH2) se destaca como un pilar fundamental de las iniciativas del Ministerio de Minas y Energía (MME) en materia de Política Nacional de Transición Energética. Con notable potencial en el mercado del hidrógeno bajo en carbono, el MME lanzó, en agosto de este año, el Plan de Trabajo Trienal PNH2 2023-2025.
Este plan recoge un total de 65 actuaciones previstas para los próximos tres años relacionadas con el hidrógeno, de las cuales 32 ya están en marcha. Uno de los principales objetivos es aumentar significativamente las inversiones anuales en investigación, desarrollo e innovación en hidrógeno con bajas emisiones de carbono, buscando aumentar las inversiones en el área de R$29 millones en 2020 a R$210 millones por año para 2025.
Priorizando la creación de un marco jurídico-regulatorio nacional para el sector, el Gobierno Federal pretende remitir al Congreso Nacional, a finales de este año, un conjunto de leyes modernas para el desarrollo del hidrógeno bajo en carbono.
Las iniciativas perfiladas en el ámbito del PNH2 tienen como objetivo establecer una mayor seguridad jurídica, promover nuevas oportunidades y empleos, además de impulsar la descarbonización de la industria y el transporte. Estas acciones también apuntan a crear un mercado internacional sólido, cuyo costo se prevé que cueste miles de millones de dólares. Con alrededor de $30 mil millones de dólares ya anunciados en proyectos de hidrógeno con bajas emisiones de carbono, Brasil está preparado para facilitar la creación de millones de empleos.
Con su enfoque centrado en energías limpias, seguras y competitivas, impulsando el crecimiento económico y el desarrollo industrial y tecnológico, Brasil se consolida como uno de los principales protagonistas globales en la transición hacia un futuro energético más sostenible, impulsado por el vasto potencial que ofrece el país. .