El panorama automovilístico se está adaptando rápidamente a la creciente presencia de vehículos eléctricos, y este cambio se está reflejando en las gasolineras de todo el mundo. Mientras que algunas estaciones están invirtiendo en costosas renovaciones para incluir estaciones de carga para vehículos eléctricos, otras están migrando por completo a este nuevo enfoque. Ejemplos notables incluyen un puesto en Takoma Park, Maryland, y otro en Fulham, Inglaterra.
La transición de los combustibles fósiles a la energía eléctrica trae consigo un complejo conjunto de consideraciones. Factores como la ubicación estratégica, los costes implicados, la demanda energética y el tiempo necesario para la adaptación están en el centro de las decisiones de las gasolineras a la hora de reconvertir parcial o totalmente su infraestructura. Si bien lugares como complejos de oficinas y hospitales pueden ofrecer opciones de carga más lentas, las estaciones de servicio están adoptando cargadores de Nivel 3 de mayor potencia capaces de recargar un vehículo en sólo 20 a 30 minutos.
Si bien las estaciones de carga más lentas suelen ser gratuitas para los usuarios, no ocurre lo mismo con las estaciones de carga rápida debido a los gastos operativos continuos, como la electricidad y las tarifas adicionales impuestas por las empresas de servicios públicos en entornos comerciales. A nivel mundial, los gigantes del sector petrolero se están embarcando en esta transición, realizando un movimiento tanto defensivo como ofensivo.
La industria de las gasolineras enfrenta desafíos continuos, como una disminución significativa en el número de establecimientos en las últimas tres décadas, una tendencia que se espera que continúe en los próximos años, según proyecciones de Market Research Future. Las estimaciones indican que al menos una cuarta parte de las gasolineras de todo el mundo corren el riesgo de cerrar de aquí a 2035 si no se adaptan a cambios significativos en sus modelos de negocio, como sugiere la consultora BCG.
En Estados Unidos, la administración Biden se ha fijado objetivos ambiciosos: para 2030, la intención es tener 500.000 puntos de carga para vehículos eléctricos en todo el país, contribuyendo a que los Vehículos Eléctricos (EV) representen al menos 50% de ventas de automóviles nuevos. Según estimaciones actuales del gobierno, hay más de tres millones de vehículos eléctricos en circulación, con más de 130.000 cargadores públicos en todo el país.
En Europa, las principales petroleras del continente están liderando la carga de vehículos eléctricos. Shell, por ejemplo, ya cuenta con centros de movilidad dedicados exclusivamente a la carga de vehículos eléctricos en China y los Países Bajos. La compañía planea ampliar su red a más de 70.000 puntos de carga públicos para 2025 y 200.000 para 2030, según información de Barbara Stoyko, vicepresidenta senior de movilidad de Shell Americas.
La ubicación es un factor crucial, al igual que las preocupaciones de las franquicias de gasolineras. Aunque pueden existir incentivos, aún pueden encontrarse barreras, principalmente relacionadas con la ubicación estratégica. Según el Departamento de Energía de EE. UU., 80% de carga de vehículos eléctricos se realizan en los hogares, lo que hace que la adición de estaciones de carga sea menos atractiva para las gasolineras urbanas. Además, estas estaciones a menudo no cuentan con comodidades para entretener a los usuarios durante el período de carga.
Por otro lado, las gasolineras ubicadas en autopistas muy transitadas, entre destinos muy transitados, son candidatas ideales para centros de carga eléctrica. Estos lugares suelen ofrecer una variedad de servicios, brindando a los conductores la oportunidad de disfrutar de una pausa para el café, una comida rápida o incluso estirar las piernas mientras esperan que se recarguen sus vehículos.
Otra tendencia que destaca es la adopción de cargadores eléctricos por parte de tiendas de conveniencia que operan en conjunto con gasolineras. Este enfoque tiene como objetivo satisfacer la creciente demanda de carga de vehículos eléctricos, reforzando aún más la transformación en curso en el sector del combustible y la movilidad.