Las tecnologías de generación distribuida y almacenamiento de energía renovable están ganando protagonismo en el escenario energético global, ofreciendo soluciones cada vez más avanzadas para satisfacer la creciente demanda de electricidad. Con la evolución de estas tecnologías, es posible producir energía a partir de fuentes renovables como la solar y la eólica de forma descentralizada y almacenarla para su uso posterior, haciendo que las energías renovables sean más confiables y accesibles.
Desde 2015, las inversiones en tecnologías de generación distribuida y almacenamiento de energía han crecido significativamente, impulsadas por la crisis energética, el alto costo de la electricidad suministrada por las concesionarias y los estándares de generación distribuida. Hoy en día es posible encontrar soluciones tecnológicas y financieras cada vez más accesibles para la instalación de sistemas de generación de energía renovable, ya sea para uso residencial, comercial o industrial.
La generación de energía distribuida permite que pequeños generadores, como paneles solares y turbinas eólicas, produzcan energía directamente en el lugar donde se consume, sin necesidad de una transmisión a gran escala. Esto significa que los consumidores pueden utilizar inmediatamente la energía producida, lo que reduce la dependencia de las fuentes de energía tradicionales y centralizadas.
Además, la generación distribuida también puede ser una alternativa más rentable para algunas comunidades, especialmente en áreas remotas o aisladas que son más difíciles y costosas de atender desde sistemas de energía centralizados. Además, la generación distribuida también puede contribuir a la resiliencia del sistema eléctrico, haciéndolo menos susceptible a cortes de energía en caso de desastres naturales u otros eventos.
El Mercado Brasileño de Generación Distribuida
Brasil tiene una ubicación privilegiada, con altos niveles de radiación solar, multiplicando la viabilidad técnica y financiera de la tecnología de generación de energía solar. La durabilidad y el rendimiento de los equipos también son factores importantes a la hora de elegir esta tecnología, que garantiza el máximo rendimiento y eficiencia energética.
El uso de energías renovables en Brasil ha crecido significativamente en las últimas décadas. Según datos del Operador Nacional del Sistema Eléctrico, la generación de energía solar en el país aumentó en más de 1.000% entre 2010 y 2020. En 2010, la generación de energía solar en Brasil fue de solo 14 GWh, mientras que en 2020 llegó a 189 GWh.
Este crecimiento es el resultado de políticas públicas para fomentar el uso de fuentes de energía renovables, así como la reducción de los costos de producción de energía solar, haciéndola más accesible y competitiva. Además, la alta demanda de electricidad sostenible fomenta la creación de nuevos proyectos de generación de energía solar, lo que la convierte en una opción atractiva para inversores y consumidores.
El potencial de generación de energía solar en Brasil es enorme, gracias a los altos niveles de radiación solar en todo el territorio nacional. El Nordeste, por ejemplo, tiene potencial para producir más de 1.000 TWh de energía solar al año, suficiente para atender la demanda de más de 40 millones de hogares.
En cuanto al consumo de energías renovables, la energía solar se ha destacado en el país. Según datos de la Agencia Nacional de Energía Eléctrica, en 2020, la energía solar representó alrededor de 3,7% del consumo eléctrico en Brasil, mientras que la generación de energía hidroeléctrica representó alrededor de 66%.
El crecimiento en el uso de energía solar en Brasil tiene impactos positivos en la economía, en la reducción de emisiones de gases contaminantes y en la independencia energética del país. Además, el sector de la energía solar genera empleos y oportunidades de negocio, convirtiéndose en una importante alternativa para el desarrollo económico y social del país.
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