El miércoles (22/11) entró en operación la primera termoeléctrica que utiliza gas natural extraído en el Presal, marcando un hito significativo para la industria energética brasileña. La Central Termoeléctrica (UTE) Marlim Azul, ubicada en el Complejo Logístico e Industrial de Macaé, en Río de Janeiro, tiene una potencia de 565,5 MW, que le permite abastecer de electricidad a más de 2 millones de hogares.
La ubicación estratégica de la planta, cerca del Puerto de Imbetiba, del Aeropuerto de Macaé y de importantes carreteras, como BR-101, RJ-168 y RJ-106, contribuye a una logística eficiente. Además, la Terminal de Cabiúnas, punto de destino del gas natural del Presal, está a sólo 25 kilómetros de la UTE Marlim Azul, facilitando el flujo de producción.
Actualmente, las centrales termoeléctricas alimentadas con gas natural representan 8.99% de la matriz energética centralizada de Brasil, totalizando 17,6 GW en valor nominal. Las fuentes de energía renovables centralizadas, incluidas la hidráulica, la solar, la eólica y la biomasa, representan 83.841 TP3T de la matriz.
el ministro de Minas y Energía, Alexandre Silveira, habló sobre la importancia de la inauguración de la UTE Marlim Azul como un aporte significativo al sector eléctrico brasileño. “Marlim Azul fue pionero, siendo el primer proyecto ganador en subastas de energía relacionadas con el gas natural del presal en Brasil, marcando un momento histórico en nuestra industria”.
La UTE Marlim Azul fue contratada en la Subasta de Nuevas Energías A-6 en 2017, y su construcción fue financiada por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), con una inversión total de R$ 2 mil millones. Se estima que el proyecto generará alrededor de 7.000 empleos directos e indirectos.
El gas natural utilizado en la planta se extrae de los campos de Búzios y el suministro se limita a la capacidad del gasoducto, que tiene una capacidad de 20 millones de metros cúbicos por día. La central termoeléctrica consume, en promedio, entre 1,5 y 2 millones de metros cúbicos de gas cada 24 horas.
En un contexto más amplio, el Ministerio de Minas y Energía (MME) abrió a principios de mes una consulta pública para evaluar propuestas que permitan reducir la inflexibilidad de las termoeléctricas con Contratos de Comercialización de Electricidad en el Ambiente Regulado (CCEAR). El objetivo es reducir costos y aumentar la flexibilidad operativa en el Sistema Interconectado Nacional (SIN).
El Gobierno brasileño ha demostrado un compromiso continuo contransición hacia fuentes de energía limpias y renovables. “Sin distanciarnos de la necesaria seguridad energética, seguiremos invirtiendo cada vez más en energías limpias y renovables. Nuestro objetivo claro es que el país, con seguridad, calidad de suministro y tarifas justas para el consumidor, mantenga la capacidad de integrar fuentes renovables”, afirmó el ministro.
La propuesta en discusión busca conciliar intereses sistémicos y de los agentes sectoriales, evitando que las termoeléctricas presenten una generación inflexible en momentos en que el sistema eléctrico está suficientemente abastecido por otras fuentes menos costosas. La UTE Marlim Azul podría ser una de las beneficiadas si avanzan las discusiones, lo que permitirá reducir su período de inflexibilidad. El sector energético brasileño continúa evolucionando, incorporando tecnologías avanzadas y sostenibles para satisfacer las crecientes demandas del país.