En un escenario global donde la crisis climática requiere acciones inmediatas y sustanciales, la eficiencia energética emerge como el combustible esencial para transformar el paradigma actual. Los avances en los sistemas de gestión de energía ofrecen información sin precedentes, lo que permite a los usuarios monitorear y controlar el rendimiento de cada electrodoméstico conectado en hogares, oficinas e instalaciones industriales.
Esta visión ampliada del consumo de energía no sólo proporciona información valiosa, sino que también allana el camino para identificar y eliminar el desperdicio. Los sistemas de software basados en algoritmos de inteligencia artificial ya están optimizando el consumo, la producción y el almacenamiento de energía, lo que demuestra el potencial transformador de la tecnología en este sector.
Según un estudio reciente de Agencia Internacional de Energía (AIE), la descarbonización del sector energético, responsable de más de 80% de emisiones globales de CO2, requiere que un tercio de las reducciones necesarias en esta década provengan de un consumo energético más eficiente. La buena noticia es que las soluciones energéticas centradas en la demanda son cada vez más aceptadas y disponibles.
En contra de la tendencia de centrarse exclusivamente en el suministro de energía y la transición a fuentes renovables, líderes empresariales, formuladores de políticas y expertos en el mercado energético se reunieron recientemente en Versalles, Francia, para la octava conferencia internacional sobre eficiencia energética de la AIE. Durante el evento se destacó el papel crucial que juega la eficiencia energética en el enfoque integrado de las crisis climática y energética.
Los debates resultantes de esta conferencia, tanto públicos como privados, delinearon un futuro en el que una transición energética justa, respaldada por la eficiencia energética e impulsada por la digitalización y la electrificación, puede ser el motor de un cambio significativo. El reconocimiento unánime de la importancia de la eficiencia energética como elemento clave para lograr los objetivos de descarbonización señala un cambio positivo en el enfoque de las estrategias globales.
En este contexto, la eficiencia energética no es sólo un enfoque complementario, sino la base para una transformación sostenible. Al optimizar el consumo de energía en todos los sectores, no solo podemos reducir las emisiones, sino también construir una base sólida para un futuro más limpio y resiliente, donde las soluciones tecnológicas desempeñen un papel central en la búsqueda de un planeta más sostenible.
