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Para un estado de ánimo positivo

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COP28 en Dubái: descubra todo sobre la Conferencia sobre el Clima de 2023

El siguiente 28ª Conferencia de las Partes (COP 28) La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) en Dubai comenzará sin la presencia de dos importantes líderes mundiales: el presidente Joe Biden de Estados Unidos y el presidente Xi Jinping de China. Este giro inesperado de los acontecimientos, según fuentes cercanas al gobierno de Estados Unidos, indica un cambio significativo con respecto a los dos años anteriores, en los que Biden participó activamente en conferencias internacionales sobre el clima.

La ausencia de Biden y Xi Jinping sorprende considerando los continuos esfuerzos de Estados Unidos por establecerse como líder en sostenibilidad y acción climática. El presidente Biden, que ha hecho del cambio climático un punto central de su política interna a través de iniciativas como la Ley de Reducción de la Inflación, parece estar desviándose de la tendencia de participación activa en los debates sobre el clima mundial.

Aunque no se ha hecho ningún anuncio oficial sobre la ausencia de Biden, las fuentes indican que se ha aconsejado a la delegación de Estados Unidos, que se prepara para las conversaciones anuales sobre el clima, que no espere la presencia del presidente. La agenda oficial del presidente Biden aparentemente incluye compromisos sólo hasta el jueves, sin indicios de su presencia en la COP 28.

En respuesta a preguntas sobre la presencia del presidente, el portavoz de la Casa Blanca, Ángelo Fernández Hernández, dijo: "Si bien no tenemos actualizaciones sobre viajes del presidente para compartir en este momento, la administración espera una COP28 sólida y productiva".

Con el presidente Biden ausente, la responsabilidad de encabezar la delegación estadounidense durante las negociaciones diarias recae en John Kerry, el enviado especial de Estados Unidos para el clima. Kerry, exsecretario de Estado y senador, desempeñará un papel clave en la configuración de la postura estadounidense durante las conversaciones sobre el clima.

La decisión del presidente Biden de no participar en la COP 28 llega en un momento en el que está intensamente centrado en abordar el conflicto entre Israel y Hamás. Además, a menos de un año de las próximas elecciones presidenciales, Biden está gestionando activamente su agenda interna.

Se espera que la cumbre mundial, prevista para los primeros días de la COP 28, dé la bienvenida a aproximadamente 70.000 participantes, incluidos líderes mundiales como el primer ministro indio, Narendra Modi, el ministro de Hacienda británico, Rishi Sunak, y el presidente francés, Emmanuel Macron, que ya han confirmado su presencia. Sin embargo, la ausencia de los líderes de los dos mayores emisores de carbono, Estados Unidos y China, plantea dudas sobre el impacto potencial en los resultados de la conferencia y la capacidad de alcanzar compromisos climáticos significativos a escala global.

 

Conferencia en Dubai buscará soluciones urgentes para abordar la crisis climática

Con temperaturas globales alcanzando niveles alarmantes y eventos climáticos extremos impactando a comunidades de todo el mundo, la COP28, la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático, emerge como un evento fundamental para reorientar la trayectoria e intensificar las acciones frente a la crisis climática. Programada para celebrarse en Dubai, Emiratos Árabes Unidos, del 30 de noviembre al 12 de diciembre de este año, la COP28 será una plataforma decisiva para evaluar el progreso del Acuerdo de París, establecido en 2015, y establecer estrategias concretas destinadas a reducir significativamente las emisiones y la protección de vidas y medios de subsistencia.

El consenso en la comunidad científica es inequívoco: para preservar un clima habitable, es imperativo que la producción de carbón, petróleo y gas se reduzca drásticamente. Al mismo tiempo, se espera que la capacidad mundial de energía renovable, incluidas fuentes como la eólica, la solar, la hidráulica y la geotérmica, se triplique de aquí a 2030. Al mismo tiempo, se necesita un salto significativo en la financiación para la adaptación y las inversiones en resiliencia climática.

La COP28 en Dubai reunirá a líderes gubernamentales y empresariales, representantes de ONG y la sociedad civil para buscar soluciones concretas al desafío apremiante que define nuestro tiempo. En un escenario en el que los desafíos climáticos persisten y se intensifican desde la Conferencia de Estocolmo de 1972, la COP28 enfrenta la ardua tarea de revertir el escenario actual.

La última cumbre, celebrada en Egipto en 2022, estuvo marcada por la creación del fondo de pérdidas y daños, dirigido a países especialmente vulnerables a los impactos del cambio climático. Sin embargo, la COP28 enfrenta el desafío de determinar los responsables de financiar este fondo, además de resolver el monto pendiente de 100 mil millones de dólares anuales no pagados a los países en desarrollo, establecido en la COP15 hace 14 años. A medida que se acerca la COP28, las expectativas se centran en la capacidad de los líderes mundiales para superar intereses divergentes y adoptar medidas audaces para garantizar la sostenibilidad del planeta. Entre las reducciones de emisiones y la búsqueda de emisiones netas, las políticas de mitigación, adaptación y justicia social y climática serán cruciales para preservar las condiciones de vida y la habitabilidad en nuestro planeta. Consulte los principales temas que se tratarán en la COP28 en Dubái a continuación:4

 

  • Respuesta rápida al balance global del Acuerdo de París en la antecámara de la COP28

La Evaluación Global del Acuerdo de París, concluida recientemente con la publicación del informe resumido en septiembre de 2023, prepara el escenario para un momento importante en la COP28. La conferencia será un escenario para que los países reconozcan las brechas en las acciones y el financiamiento hasta la fecha, destaquen el progreso y delineen los próximos pasos colectivos. Los compromisos resultantes del Balance Global, que se presentará en la COP28, deben cubrir áreas cruciales como la mitigación, la adaptación, las pérdidas y daños, la financiación y la asistencia, especialmente en sectores como la energía, el transporte, la alimentación y el uso de la tierra.

En la COP28, se espera que los países acuerden objetivos generales en sus Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC), incluidas todas las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Estos objetivos deben ser lo suficientemente ambiciosos para lograr las reducciones de emisiones globales necesarias en esta década, con el objetivo de mantener el aumento de las temperaturas por debajo de 1,5°C, un límite superior para evitar los peores impactos del cambio climático. Además, la respuesta a la Evaluación Global debe establecer procesos para continuar y alcanzar los objetivos para 2025, incluidos diálogos para el desarrollo de nuevas NDC, con consultas nacionales y regionales a lo largo de 2024 para enriquecer el debate e impulsar compromisos más ambiciosos.

 

  • La implementación del Fondo de Pérdidas y Daños

Un estudio reciente advirtió sobre los devastadores impactos económicos de los desastres climáticos, que ascendieron a 2,8 billones de dólares entre 2000 y 2019, con un promedio anual de 143 mil millones de dólares. Se espera que los costos humanos, económicos y ambientales del cambio climático aumenten, incluso con esfuerzos para estabilizar las emisiones. Ante este escenario, la COP28 busca decisiones urgentes para ayudar a las comunidades a adaptarse y apoyar a quienes enfrentan pérdidas significativas.

En el centro de las discusiones está la implementación del Fondo de Pérdidas y Daños, resultado de intensas negociaciones en la COP27. La elección de la sede, la relación con la CMNUCC, las contribuciones de los países y los criterios de elegibilidad son puntos críticos que deben abordarse. La reciente reunión del Comité Transicional de Pérdidas y Daños en octubre de 2023 terminó con desacuerdos, lo que señala desafíos inminentes para la COP28, especialmente si las demandas de financiamiento de los países en desarrollo no se consideran adecuadamente.

Además del Fondo, la COP28 enfrenta la necesidad de definir la institución anfitriona de la Red de Santiago sobre Pérdidas y Daños, establecida en 2019. El Banco de Desarrollo del Caribe (BDC) y la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR), en En colaboración con la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos, están evaluando una propuesta conjunta para resolver este estancamiento.

Otro frente importante es el avance de la estructura del Objetivo de Adaptación Global, con un enfoque en ampliar el financiamiento para la adaptación. En la COP28, los países buscan hacer operativo el Objetivo de Adaptación Global para monitorear el progreso, fortalecer las acciones y equilibrar los esfuerzos entre mitigación y adaptación. La estructura de objetivos debe garantizar una mayor autonomía para las comunidades locales, basada en los Principios para la Adaptación Liderada Localmente, promoviendo una implementación más rápida, más amplia y más equitativa.

Las negociaciones de la COP28 apuntan a un acuerdo inicial para que los países establezcan objetivos en todas las etapas del ciclo político de adaptación, que abarquen la inseguridad alimentaria, la salud, la infraestructura y cuestiones transversales como el género, la equidad intergeneracional y el conocimiento de los Pueblos Indígenas. Determinar métricas para evaluar e informar sobre las acciones de adaptación es igualmente fundamental para abordar eficazmente los desafíos del cambio climático.

 

  • Desafíos crecientes en el financiamiento climático global

Para lograr objetivos climáticos ambiciosos, la COP28 busca impulsar un flujo anual de financiamiento climático de $4,3 billones de dólares para 2030. Las negociaciones enfrentan la necesidad de cumplir con los compromisos existentes y sentar las bases para un nuevo objetivo global posterior a 2025.

Cumplir con los compromisos actuales y establecer nuevas metas: En 2009, los países desarrollados acordaron generar 100.000 millones de dólares anuales hasta 2020, ampliado hasta 2025, para ayudar en la mitigación y adaptación de las naciones en desarrollo. Sin embargo, los avances han sido insuficientes. La COP28 insta a los países ricos a llenar el déficit de financiación garantizando un acceso rápido a fondos de calidad. Los compromisos recientes para alcanzar la meta en 2023 deben estar respaldados con acciones concretas.

En la COP26, los países se comprometieron a duplicar el financiamiento para la adaptación para 2025. El Comité Permanente de Financiamiento evalúa las tendencias actuales para alinearse con este objetivo, centrándose en la participación del sector privado en el financiamiento adaptativo. La COP28 debe sentar las bases para un nuevo objetivo posterior a 2025, que suceda al US$ 100 mil millones, con debates sobre el período cubierto, el seguimiento, los informes de progreso y la relación con las pérdidas y daños.

El desafío del Artículo 2.1(c) y las responsabilidades financieras: El artículo 2.1(c) del Acuerdo de París tiene como objetivo alinear los flujos financieros con un desarrollo resiliente y bajo en carbono. Definir este alineamiento, considerando las diversidades nacionales, es un desafío pendiente. Las preguntas sobre la relación entre el Artículo 2.1(c) y la responsabilidad de los países desarrollados (Artículo 9) son centrales. Los países en desarrollo tratan de garantizar que los flujos de financiación no eximan a los países desarrollados de sus obligaciones financieras. La COP28 puede aportar claridad sobre la inclusión del Artículo 2.1(c) en la agenda y en la Evaluación Global.

Instituciones financieras internacionales y colaboración global: La COP27 instó a los bancos multilaterales a reformar las prácticas en línea con el Acuerdo de París. La COP28 destaca la importancia de que las instituciones financieras internacionales alineen sus flujos de financiación con los objetivos climáticos. Tras reuniones del Banco Mundial y el FMI, se destaca la necesidad de colaboración, mayor capacidad financiera y alineación con el Acuerdo de París. El desafío de evitar aumentos de la deuda, especialmente en los países en desarrollo, sigue siendo el centro de las discusiones. La COP28 busca impulsar una colaboración más sólida y sostenible para abordar los desafíos financieros globales.

 

  • Transformaciones integrales para abordar la crisis climática

El enfoque de la COP28 para resolver la crisis climática destaca la necesidad apremiante de transformar completamente los sistemas y sectores globales. Centrándose en tres áreas vitales, la conferencia busca avances significativos.

– Poner fin a la era de los combustibles fósiles: El debate central de la COP28 gira en torno al papel de los combustibles fósiles en la crisis climática. Tras los llamados en la COP26 para eliminar gradualmente el carbón y las propuestas de más de 80 países en la COP27, el tema principal ahora es la “reducción gradual” o la “eliminación gradual” de estos combustibles. El resultado debería conducir a una transición rápida, con énfasis en la implementación de energías renovables, la sustitución de combustibles y la electrificación de flotas. El uso de tecnologías de captura de carbono debe ser limitado y aplicado estratégicamente.

– Transformación de los sistemas globales de alimentación y uso de la tierra: La COP28 reconoce explícitamente la interconexión crítica entre el sector alimentario y de uso de la tierra y la crisis climática. El Balance Mundial brinda una oportunidad para avanzar en esta agenda, en línea con la Declaración de los Emiratos Árabes Unidos sobre Sistemas Alimentarios Resilientes. El Trabajo Conjunto de Sharm el-Sheikh destaca la necesidad de adoptar un enfoque integral, considerando métodos de producción sostenibles, dietas saludables y reducción del desperdicio de alimentos.

– Alianzas Estratégicas para la Acción Climática Local: Por primera vez, la COP28 promueve una Conferencia de Acción Climática Local, reconociendo la importancia de las ciudades. Responsables de 70% de emisiones globales de CO2, las ciudades son fundamentales en la lucha contra el cambio climático. La colaboración entre los gobiernos nacionales y las ciudades es esencial, y la conferencia proporciona una plataforma para coordinar esfuerzos. Incorporar actores subnacionales a las NDC, establecer políticas nacionales y ampliar el financiamiento son pasos cruciales. Las ciudades necesitan mejorar la transparencia y aumentar la ambición de sus objetivos locales, asegurando una transformación efectiva en sistemas compartidos como el transporte, los edificios y el uso del suelo.

 

¿Qué aportará Brasil a la COP?

 

La participación de Brasil en la Conferencia de las Partes (COP) 28, que tendrá lugar en Dubai entre el 30 de noviembre y el 3 de diciembre, promete marcar un capítulo significativo en la historia de las negociaciones climáticas. Con una delegación récord de 12 ministros de Estado, entre ellos la Ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, y el Ministro de Finanzas, Fernando Haddad, así como el Presidente Luiz Inácio Lula da Silva, Brasil busca consolidar su papel de liderazgo en cuestiones ambientales.

El embajador André Aranha, secretario de Clima, Energía y Medio Ambiente de Itamaraty, destacó durante una rueda de prensa la intención de acoger al mayor número posible de participantes en la delegación, destacando la diversidad de sectores representados. Destacó la importancia de incluir no sólo a miembros del gobierno, sino también a empresarios, científicos, activistas y políticos, enfoque que busca integrar diferentes perspectivas en la búsqueda de soluciones ambientales.

En medio de las expectativas de la mayor delegación brasileña en una COP, el embajador compartió su experiencia previa en conferencias climáticas, mencionando la cultura de inclusión que caracterizó a las delegaciones brasileñas. Expresó su admiración por la integración de diversos sectores, como el empresarial, el científico y el gobierno local, reconociendo el papel crucial que cada uno desempeña en la construcción de un enfoque integral de los desafíos ambientales.

El eje central de la participación de Brasil en la COP 28 es consolidarse como líder mundial en cuestiones ambientales. Desde el inicio de su mandato, el Presidente Lula ha reiterado su compromiso con el medio ambiente, destacando la necesidad de que Brasil asuma una posición destacada en los debates sobre el cambio climático. La elección de la ministra Marina Silva para presidir el Ministerio de Medio Ambiente refleja este compromiso, dada su historia y su compromiso con la defensa de la sostenibilidad.

En anticipación a la conferencia, la Ministra Marina Silva compartió los objetivos de Brasil, destacando el compromiso de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5°C. Además, enfatizó la necesidad de asignar recursos a una agenda para reparar pérdidas y daños y promover una transición energética justa, con enfoque en los países en desarrollo. Estos compromisos reflejan la búsqueda de Brasil de soluciones integrales y equitativas a los desafíos climáticos.

El gobierno brasileño emitió una nota reafirmando su compromiso de predicar con el ejemplo, citando la importante reducción de la deforestación en la Amazonía en los primeros diez meses de 2023, una caída de 49,5% respecto al mismo período del año anterior. Además, Brasil destaca la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, asociada a la reducción de la deforestación, y la matriz energética del país, compuesta por 48% de fuentes renovables.

El embajador André Corrêa do Lago enfatizó la importancia de llevar la ciencia a los debates, destacando la diversidad de caminos que un país en desarrollo puede tomar para intentar enfrentar los efectos climáticos. Este enfoque basado en evidencia tiene como objetivo presentar alternativas sostenibles y realistas a los desafíos climáticos, reconociendo la complejidad de los problemas ambientales.

Mientras Brasil se prepara para la COP 28, la expectativa global es que el país asuma un papel de liderazgo en la búsqueda de soluciones efectivas y equitativas a los desafíos climáticos. La diversidad de la delegación y los compromisos anunciados reflejan la ambición de Brasil de contribuir significativamente al debate ambiental global y consolidarse como una referencia positiva en la lucha contra el cambio climático.

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