Una encuesta reciente realizada por Bloomberg NEF reveló que China está a la cabeza en el ranking mundial de ingresos por proyectos de energía limpia. Aunque es ampliamente conocida como el mayor contaminador del mundo, China se destaca con casi la mitad de sus empresas generando ingresos a partir de iniciativas bajas en carbono. En comparación, en Estados Unidos, sólo 3,4% de empresas participan en proyectos similares.
Este liderazgo chino no se limita sólo a la generación de energía renovable como la eólica, la solar y la nuclear, sino que también abarca la cadena de suministro integral de estos proyectos, incluida la producción de paneles solares y otros equipos relacionados. Mientras China intensifica sus esfuerzos para mantener una cadena de suministro sólida, Estados Unidos se centra en incentivos fiscales masivos para impulsar la transición climática, como la implementación de energías renovables y baterías eléctricas.
El estudio destaca la influencia de la geopolítica en la economía verde, destacando el importante papel que desempeñan las diferentes naciones en esta carrera por la transición energética. Mientras China y Estados Unidos avanzan en sus estrategias, Europa también se perfila como un actor clave en los negocios verdes, a pesar de enfrentar desafíos temporales derivados de la situación en Rusia y Ucrania.
A pesar de contar con una reconocida matriz de energías limpias, Brasil destaca notablemente por su enfoque centrado principalmente en los mercados de créditos de carbono, en contraste con la priorización más acentuada de proyectos verdes observada en China. Mientras que otras economías prominentes invierten en una variedad de iniciativas de energía limpia, Brasil está poniendo un énfasis proporcionalmente mayor en el comercio de créditos de carbono, una estrategia que, si bien es importante, puede requerir una expansión equilibrada para incluir inversiones más sustanciales en proyectos de energía renovable y otros concretos. iniciativas verdes.
A medida que el panorama geopolítico de la transición energética continúa evolucionando, es esencial que Brasil considere ampliar las inversiones en energías renovables, aprovechando las ventajas existentes en este sector. Al promover el mercado de créditos de carbono, la preservación del medio ambiente y los empleos verdes, el país puede alinearse mejor con las tendencias globales y asegurar su posición en la carrera por una economía sostenible. Seguiremos observando de cerca cómo las economías más grandes del mundo dan forma al futuro de la transición climática global.