China ha anunciado una importante expansión en el marco de su estrategia de ahorro de energía y reducción de carbono para abarcar las industrias de uso intensivo de energía. Según la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (NDRC) del país, en un documento difundido por el grupo, el objetivo es alcanzar nuevos niveles de eficiencia energética en 11 áreas, incluidas el etilenglicol, la urea y el dióxido de titanio.
La decisión de la NDRC y otros cuatro departamentos se basó en evaluación comparativa el anterior realizado en 25 áreas industriales, como refino de petróleo, siderurgia y aluminio electrolítico. La iniciativa tiene como objetivo incentivar al sector industrial a adoptar medidas más sostenibles y en línea con las metas de reducción de emisiones de carbono establecidas por el país.
Los datos de energía en China revelan que en 2021 se produjeron 7.225 billones. kWh de electricidad. Quedando el número de emisiones en 10.940 millones. t, en 2020. En cuanto a las fuentes de energía renovables de China, hubo un impacto significativo en el gran total de la producción. En 2020, la participación de las energías renovables en el consumo real total en China fue de alrededor de 14,8%. La Administración Nacional de Energía muestra que el uso total de energía de China asciende a 695 mil millones de kilovatios-hora.
La eficiencia energética, por lo tanto, es una forma de que China cumpla con el plan establecido con la transformación, mejora o eliminación de las 25 antiguas áreas industriales que se completarán a fines de 2025. En cuanto a las 11 áreas recién agregadas, los objetivos de eficiencia energética debe lograrse para fines de 2026.
Esta iniciativa es parte del compromiso de China para enfrentar los desafíos del cambio climático y reducir su impacto ambiental. El país tiene como objetivo alcanzar las emisiones máximas de dióxido de carbono antes de 2030 y lograr la neutralidad de carbono para 2060.
Para lograr estos ambiciosos objetivos, es fundamental que las industrias de uso intensivo de energía también se incorporen a la estrategia de descarbonización. Al expandir el alcance del ahorro de energía y la reducción de carbono, China busca fortalecer aún más su posición como líder mundial en la acción climática e impulsar una economía más verde y sostenible.
Las metas establecidas por el país son cruciales para enfrentar la crisis climática y tienen un impacto significativo en la búsqueda de un futuro más limpio para el planeta. China es una nación próspera y utiliza una gran cantidad de energía. La implementación exitosa de estas medidas puede allanar el camino para un escenario global más prometedor, alentando a otras naciones a seguir su ejemplo y contribuyendo a un mundo más sostenible para las generaciones futuras.