Las energías renovables juegan un papel clave en la sostenibilidad global. Esto sucede, en particular, en la gestión de los recursos hídricos. El Día Mundial del Agua, celebrado el 22 de marzo, destaca la importancia del agua dulce y promueve la conciencia sobre su gestión sostenible. La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua, celebrada en Nueva York, enfatiza la necesidad de una acción conjunta para lograr objetivos internacionales. Este proceso incluye la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
La temática del evento, inspirada en la fábula del colibrí, enfatiza que cada individuo puede marcar la diferencia, así como las energías renovables, que consumen menos agua y reducen el impacto ambiental en comparación con las fuentes de energía fósil. El uso de tecnologías eficientes y la concienciación de la población son fundamentales para conservar el agua y asegurar un futuro sostenible.
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