El ritmo acelerado del cambio climático está poniendo en riesgo a más de 3.500 millones de personas en todo el mundo, según un alarmante informe publicado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Estas personas enfrentan crecientes amenazas derivadas de los llamados puntos calientes climáticos, áreas afectadas por los impactos ambientales causados por el calentamiento global.
Los efectos del cambio climático se están manifestando de formas sin precedentes, con mares más altos, reducción del hielo en el Ártico, derretimiento de los glaciares, variaciones extremas en las precipitaciones y tormentas cada vez más frecuentes e intensas. Estas dinámicas tienen un impacto directo en recursos críticos como los alimentos y el agua que son vitales para la seguridad y la supervivencia de las personas, las naciones y el orden mundial en su conjunto.
Este escenario ha incrementado los problemas de seguridad de los Estados en regiones estratégicas alrededor del globo. Los conflictos en Oriente Medio y África, las tensiones relacionadas con la industria pesquera en el Mar de China Meridional y las disputas políticas y territoriales en el Océano Ártico son solo algunos ejemplos de estas amenazas crecientes.
A menos que los gobiernos puedan mitigar este proceso, los riesgos de conflicto e inestabilidad aumentarán y serán cada vez más difíciles de manejar. Esta situación es de especial preocupación en el Cuerno de África, una región especialmente vulnerable debido a su importante exposición a los riesgos del cambio climático, aumentando la probabilidad de conflicto e inestabilidad en la península.
Para hacer frente a estos desafíos, se necesitan acciones de mitigación y adaptación para reducir los riesgos y promover la resiliencia. Además, una cooperación internacional eficaz y comprometida es fundamental para hacer frente a los retos geopolíticos derivados del cambio climático.
En este sentido, la ONU está implementando soluciones de energía renovable y reduciendo su huella ambiental. Actualmente, solo 6% de la electricidad utilizada por las operaciones de mantenimiento de la paz de la organización provienen de fuentes renovables, lo que hace que la transición a la energía limpia sea una necesidad urgente.
También se destacó la importancia de la paz y el desarrollo sostenible, así como la necesidad de una acción política ambiciosa. Esto incluye la conservación de ecosistemas que proporcionan a la humanidad aire y agua limpios, como bosques, turberas y arrecifes de coral.
El cambio a fuentes de energía renovables y la conservación del medio ambiente son claves para garantizar un futuro sostenible para todos. El Consejo de Seguridad de la ONU ha enfatizado que el cambio climático no es solo un problema ambiental, sino también una amenaza para la seguridad global. Portanto, medidas urgentes devem ser tomadas para reduzir as emissões de gases de efeito estufa e limitar o aquecimento global a 1,5°C acima dos níveis pré-industriais, a fim de proteger o bem-estar e a segurança de bilhões de pessoas em todo el mundo.